Hasta los más recientes iniciados en interiorismo saben que cuidar los detalles es importante para conseguir dar vida a espacios de diseño exclusivos. Los colores, las texturas, los materiales o los acabados… Todo es importante. Sin embargo, los que llevamos décadas en este sector somos conscientes que nada ocurre por azar y que si realmente quieres conseguir un lugar de ensueño tienes que trabajar a conciencia.
Pero, ¿cómo conseguirlo? En el diseño de interiores (y exteriores) hay una serie de elementos clave que es imprescindible tener en cuenta para lograr tus objetivos decorativos; independientemente del proyecto que estés llevando a cabo.
Si no sabes de lo que te estamos hablando, continúa leyendo y descubre qué factores son esenciales trabajar a conciencia para conseguir ambientes completos y distinguidos.
Principios del interiorismo
Y, aunque existen otros, creemos que estos principios son la base de cualquier tipo de proyecto. ¡Toma nota!
#1. Balance
El balance hace referencia al equilibrio visual que proporciona el conjunto de muebles, accesorios y complementos, así como el tipo de las paredes y el del pavimento que hay en un espacio concreto.
Como hemos señalado anteriormente, todo suma e influye en el aspecto visual general de un determinado ambiente. Y, si se trabajan bien todos estos elementos, es frecuente encontrarse con un sentimiento positivo al ver la estancia completa y terminada. Donde cada cosa tiene su espacio y su razón de ser.
Por lo que la elección de los colores, el tipo de tejido o el diseño del mobiliario tienen su por qué.
#2. Ritmo
En poesía, el ritmo es entendido como la repetición constante de sílabas acentuadas verso tras verso para ofrecer musicalidad a la composición. Pues bien, en interiorismo se comparte esta visión.
El ritmo en el diseño de interiores se consigue mediante la repetición constante de líneas, tonalidades, texturas, formas… En todo el conjunto para ofrecer un ambiente completo y con carácter.
Es sencillo ver el ritmo de una estancia cuando los ojos pasan de un elemento a otro hasta observar toda la estancia en su conjunto y sentir que está completa.
#3. Armonía
Por su parte, la armonía destaca porque hace referencia al sentimiento de orden que genera la apariencia visual de este espacio. Se comparten las mismas características y, en caso de haber dos elementos contrapuestos, unidos, se complementan muy bien. Por ejemplo, cuando se combinan formas y tamaños diferentes.
Aunque, también es cierto que en el interiorismo lo demasiado unificado puede aburrir y lo demasiado variado puede saturar; por lo que hay que encontrar un punto medio.
#4. Flexibilidad
En cuanto a la flexibilidad cabe decir que, trabajándola, se pueden conseguir espacios dinámicos, personales y adaptados a cada proyecto, a cada familia y a cada necesidad. No es lo mismo un comedor que solo sea un espacio dedicado a estar en familia, que un rincón donde disfrutar de la compañía de las personas, trabajar o simplemente estar.
La idea de que cada momento tiene su propia habitación ha quedado olvidado con las tendencias actuales. Pues, uno de los principales beneficios es que los espacios son más completos y funcionales.
#5. Menos es más
Y, por último… ¿Cómo no íbamos a hablar del ya conocido ‘menos es más’? Este concepto de diseño se ha extendido como la pólvora desde hace unos años. Lo podemos ver en el tipo de estilos decorativos que más atractivo tienen: los minimalistas, nórdicos…
¿Y en qué consiste realmente? En incluir en el diseño todos aquellos elementos que tengan su por qué, que aporten valor. Nada de tener accesorios, complementos o mobiliario simplemente por rellenar. Si haces eso, estarás cayendo en un gran error. Por lo que estudia, analiza, coge ideas, ten en cuenta las necesidades y lograrás crear ambientes completos y distinguidos, sin sentir que sobrecargas un ambiente.
Y tú, ¿qué piensas? ¿Qué otros principios son imprescindibles trabajar en interiorismo para conseguir el éxito compositivo? Contacta con nosotros y descubre piezas únicas con nuestras marcas de diseño.
